Comprender cómo se puede facilitar la gestión del área con algunas actitudes

Gestionar un sector de tecnología y telecomunicaciones en una empresa del siglo XXI es una tarea compleja, que requiere mucha atención a ciertos detalles y la necesidad de conocer en profundidad las características técnicas, logísticas y contractuales necesarias.

La premisa básica de una buena gestión en el área ya la conocen los directivos desde hace mucho tiempo: buenos resultados al mejor coste posible. Sin embargo, existen muchos más factores que escapan a esta simplificación, como la gestión eficiente, el apoyo necesario a los empleados y la identificación constante de oportunidades de mejora.

1 – El conocimiento es poder

A menudo, la conveniencia o la costumbre con ciertas compañías telefónicas y paquetes de Internet, o incluso marcas de equipos, hace que la elección se haga por familiaridad. No hay nada de malo en optar por posibilidades conocidas, pero la pregunta aquí debería ser: ¿realmente conozco todas las opciones disponibles?

En este caso, el consejo es simple: estar al tanto de las tendencias en el área. Lea reseñas, chatee con colegas, investigue detalles, compruebe cómo son los servicios de soporte y servicio para cada nueva posibilidad.

Este es el tipo de investigación de mercado que marca la diferencia para el profesional de las telecomunicaciones y que también puede estar presente en el diálogo con las empresas de consultoría tecnológica, si existe tal relación.

2 - Investiga y negocia antes de cerrar contratos

No todo el mundo lo sabe, pero el precio de lista no es necesariamente el final. Muchas empresas hacen descuentos. interés en suscripciones más grandes u ofrecer servicios adicionales a ciertos clientes. En el caso de suscribirse a paquetes o adquirir licencias, esta lógica también se aplica, ya que muchas empresas pueden reclamar ventajas interesantes en este caso.

Para asegurar más éxito en la negociación, el consejo es cruzar presupuestos y negociar la posibilidad más interesante. Por ejemplo, la empresa X tiene el mejor valor, pero la oferta de la empresa Y tiene mejores servicios. En este caso, la lógica de negociación gira en torno a intentar combinar las posibilidades, aumentando las opciones del servicio más económico o reduciendo el coste de la empresa con mejores paquetes.

3 – Presta atención a la logística de pago

A menudo, se pueden obtener grandes ahorros en una industria mediante la creación de un flujo de pago optimizado. La agrupación de facturas, por ejemplo, es una buena manera de hacerlo, ya que reduce las tarifas y los cargos incurridos por el pago.

Negociar el método de pago también es otra posibilidad. En tiempos de gran oferta de servicios de pago, vale la pena enumerar las opciones disponibles para comprender cuál es la más adecuada para su empresa. La fecha de vencimiento también es importante y debe estar alineada con los sectores de cuentas por pagar y por cobrar, ya que esto puede interferir con las transacciones bancarias y la forma en que se utiliza el dinero.

4 – Observa atentamente

En tiempos de alta competitividad del mercado y de ofertas constantemente emergentes, una decisión extremadamente ventajosa en un momento dado puede dejar de ser tan atractiva en poco tiempo. Por ello, es necesario estar siempre atento al uso y rendimiento de los recursos disponibles para ver qué se puede mejorar y contrastarlo con las novedades del mercado.

Tener una plataforma de gestión de dispositivos es una buena salida para esta tarea. Al acceder al uso de memoria, uso de paquetes de datos, duración de la batería, aplicaciones accedidas y otros datos, es posible tener un buen control de las necesidades que deben abordarse y de las inversiones infrautilizadas. Si esto no es posible internamente, contratar una consultoría especializada puede generar muchos resultados positivos, incluso económicos.

5 – Comunica claramente

Para asegurarse de que todos sus esfuerzos estén bien dirigidos, vale la pena elaborar pautas específicas para que los empleados proporcionen una retroalimentación eficiente sobre la tecnología y los servicios de comunicación con los que interactúan.

Estas pautas deben ser directas y bien pensadas, ya que se refieren a las buenas prácticas de uso que deben tener los empleados. También es necesario abrir canales específicos de apoyo y defensoría, ya que la experiencia de cada persona es diferente. Los equipos más antiguos pero estables pueden ser la mejor opción para un colega, mientras que las máquinas rápidas pueden ser imprescindibles para otro. Por lo tanto, tenga una relación directa con cada empleado y esté abierto a comprender sus dificultades y potencialidades.