El cambio de prácticas puede generar impactos relevantes para el medio ambiente, la comunidad y las finanzas

La sostenibilidad es la palabra de moda para muchas empresas, que necesitan hacer que su negocio sea más positivo para la comunidad en la que operan. En términos generales, la sustentabilidad significa la realización de modelos y acciones que permitan la convivencia armónica de las relaciones sociales, ambientales y económicas.

Esta tríada de convivencia son los pilares de la sostenibilidad. Implementar prácticas alineadas con ellas es un desafío, pero un cambio de mentalidad y lógica de acción puede ser suficiente para dar pasos importantes hacia modelos sustentables. La logística inversa es la cadena que se encarga de los equipos e insumos ya utilizados en el día a día de la empresa y que por lo tanto necesitan ser desechados adecuadamente. En el caso de la electrónica y los dispositivos utilizados en las operaciones de telecomunicaciones, una serie de medidas pueden hacer que esta lógica sea más sostenible y positiva.

Vigilancia

El uso adecuado del equipo es fundamental para su conversación y para obtener mejores resultados de rendimiento. Elimine archivos innecesarios, mantenga el sistema operativo actualizado, consulte las posibilidades de almacenamiento en la nube. Todas estas tareas son esenciales para que los dispositivos funcionen a su máxima capacidad o en su mejor momento.

En el caso de los teléfonos celulares corporativos, un gestión especializada de uso permite que todas las características de uso se calculen en forma de indicadores y se evalúen dentro de la lógica de optimización. Lo mismo ocurre con las computadoras portátiles, las baterías y otros equipos utilizados en el trabajo de tecnología de la información.

Este seguimiento es una tarea económicamente inversa en la identificación de comportamientos que pueden causar problemas y, por tanto, evitar que se produzcan. La reducción de problemas también aumenta la vida útil de los dispositivos y, por tanto, reduce la necesidad de adquirir nuevos elementos además de reducir la generación de residuos.

Mantenimiento

Mantener en buen estado los componentes de un dispositivo electrónico es una forma de preservar su estructura general y aumentar su vida útil. Tener esto en cuenta es una buena manera de comenzar con la necesidad de una revisión periódica de los dispositivos, tanto en términos de software como de hardware.

Reemplazar una batería de baja capacidad es un buen ejemplo de cómo un chequeo de salud de un componente y cómo modificaciones de baja inversión pueden mejorar la experiencia del usuario y optimizar los procesos realizados a través del dispositivo. Las actualizaciones en tarjetas de video para empleados que usan programas de edición de gráficos también ejemplifican la

Del mismo modo, las aplicaciones optimizadas de antivirus y limpieza de almacenamiento también son herramientas importantes para evitar daños innecesarios. Dependiendo del alcance de las actividades realizadas, las aplicaciones especializadas también pueden optimizar el funcionamiento.

La idea del mantenimiento periódico es precisamente evitar que un problema específico en los equipos tenga un impacto más generalizado y culmine en un reemplazo innecesario, contrario a la cadena de prácticas sustentables.

Refacción

Hacer reparaciones más extensas también es interesante para promover la reducción de costos, generar valor para las redes de colaboradores que trabajan en la reparación de diversos elementos y también prevenir la disposición indebida.

Lo mismo ocurre con la venta o donación de equipos averiados a personas que los reparan. En lugar de tirarlo a la basura y agregar otro residuo al mundo, los componentes pueden ser utilizados en otros equipos, cerrando el ciclo de reutilización de artículos.